¿No crees en ti?
Permíteme que te haga una pregunta (o varias quizás). La primera es una cuestión de definición: ¿Qué es para ti creer en ti? Parece una obviedad, pero ¿qué significa creer en ti? Bueno, te lo pongo más fácil: ¿Qué es creer en algo? Tanto si lo tienes claro, como si no… La segunda pregunta es: ¿cómo sabes que no crees en ti?
Vamos a ir desgranando un poco el asunto. Sí sabes lo que es creer en ti. Ya lo has hecho infinidad de veces, y muchas sin darte cuenta.
Hubo una vez…
Hubo una vez, hace seguro que mucho tiempo, que decidiste creer en ti y coger aquella figurita que estaba encima de la mesa y te pusiste en pie. Aunque era difícil, te caíste seguro, el pañal amortiguaba el golpe, pero tenías claro algo: querías coger esa figura. Creíste en ti, en tus fuerzas, en tu equilibrio en tu cálculo de la distancia… ¡y lo conseguiste!. Quizás creer en ti, no sea otra cosa que tener un objetivo y luchar por él.
Ahora, si te pones a pensar rondarán por tu cabeza otros muchos ejemplos de cosas que has conseguido creyendo en ti. Entonces, ¿por qué no crees en ti? Dirás: «es que no es lo mismo aprender a caminar, montar en bici o pasar un videojuego… que aprender matemáticas, física y química o ligar».
Déjame llevarte la contraria un poco: sí es lo mismo, aprendiste a caminar, a montar en bici a pasarte un videojuego o matemáticas porque Creíste en Ti. ¿Y sabes por qué? Porque venciste el miedo a ti mismo. Porque para conseguir la figura, hacer un truco con la bici o pasar de fase de ese videojuego venciste el miedo a caerte, a fracasar… Y dentro de ti se hacía más fuerte las ganas de conseguirlo que el miedo a quedarte en el camino, eso es creer en ti.
¿Qué es creer en ti?
Vuelvo al principio: ¿qué es creer en ti? Vencer tus miedos es creer en ti. Luchar por lo que quieres conseguir es creer en ti. Cambiar es creer en ti. Si no, entonces ¿Cómo conseguiste la figurita? Lo intentaste por arriba, por abajo, por la izquierda… ¿Cómo te pasaste esa fase del juego? ¿Lo hiciste siempre igual? ¿Cuándo te caíste mil veces seguiste haciendo lo mismo? ¿Cuándo te “mataron”? ¿No cambiaste de estrategia? ¿Cambiaste de arma o de jugador? ¿Cambiaste no? Entonces, si lo que estás haciendo hasta ahora no te hace creer en ti, ¿por qué no lo cambias?
Déjame que te hable ahora del miedo o esas voces que te paralizan, que te dicen que no puedes, que no eres capaz o que no das la talla. Quizás vengan de errores cometidos, porque te caíste y dolió o quizás vengan de voces de otras personas que te dijeron. Sólo decirte una cosa, hay que cometer errores, hay que caerse y hay que escuchar a las personas. Pero el único que cogió la figurita venciendo el miedo a caerse fuiste Tú, ya lo hiciste y lo harás.
¡Cree en ti!